Degustando los detalles: La Nuez y su cáscara.

¿Sabías que el lugar con más producción de nuez del mundo es California?

En la actualidad, los ciudadanos y ciudadanas estadounidenses consumen 400 millones de kilos de frutos secos.

A pesar de su relativa juventud, la enorme industria de los frutos secos y el poder de su mercado en EEUU son incuestionables. Por mencionar un punto de partida, California es el paraíso de la nuez, debido a que es el primer productor mundial de este alimento. Concretamente, la empresa Diamond Foods Inc posee 51.000 m2 de terrenos de nogales y recibe 118 millones de kilos de nuez al año. Sus instalaciones están en Stockton, donde crece el 98% de los nogales de EEUU. Su trayectoria como empresa de referencia en el envasado de frutos secos se remonta a más de noventa años.

Si la oferta se caracteriza por estas cifras, es porque la demanda no se queda atrás: los y las estadounidenses consumen 400 millones de kilos de frutos secos al año, lo cual nos da una visión muy lúcida acerca del lugar que ocupa este alimento en la dieta made in USA.

Este elevado consumo tiene una consecuencia inmediata que se observa a simple vista: la excesiva cantidad de cáscara de nuez que resulta del mismo y las múltiples formas de reutilización que tiene este producto. De hecho, su valor ecológico es incalculable y absolutamente crucial para la sostenibilidad de múltiples sectores industriales.

En el anterior post vimos su uso por parte de la multinacional Shell Pro como sustitutivo de la limpieza con chorros de arena. Pero hay más:

Por ejemplo, la cáscara de nuez molida se ha usado para envolver dinamita, en la filtración de agua para su limpieza, como contrachapado e incluso para realizar efectos especiales en Hollywood.

En España, hace unas semanas se dio a conocer un interesante proyecto en Guipúzcoa. Se trata de la utilización de cáscaras de nuez para convertirlas en un colorante natural mediante un proceso de presión y calor. Este reciclaje forma parte de un trabajo en red que implica a otras empresas y que persigue hacer de la industria textil un modelo más sostenible.

Cambiando el tercio, pasamos de un proyecto ecológico que persigue la innovación para la sostenibilidad a un remedio preventivo para evitar desastres: la cáscara de nuez molida también se inyecta en pozos petrolíferos para evitar fugas de gas y petróleo provocadas por las grietas que provoca la perforación del pozo. De este modo, se evitan pérdidas que son muy perjudiciales para el medio en el que están instalados.

En relación al cabello, tal y como se refleja en este artículo de la web Uncomo, el uso de cáscaras de nuez es muy beneficioso para su fortalecimiento, evitar su caída o como colorante si nos preocupa mucho ocultar las canas que nos puedan salir.

Además, nuestra salud general se ve reforzada gracias a componentes como el fósforo, que mantiene el cabello saludable y fuerte; el potasio y el hierro, cuyas propiedades minerales son las encargadas de transportar oxígeno a los glóbulos rojos; el zinc, que mantiene saludables la piel, las uñas y el pelo; y el carácter inmunológico del calcio, que mantiene saludable el cabello.

Como veis, un sinfín de reutilizaciones de la cáscara de nuez, además de las cifras de su potente mercado en USA, dan cuenta de la importancia de este fruto seco en el mundo. Un producto que lleva entre nosotros mucho más tiempo del que imaginamos.

De hecho, en Irán se han encontrado cáscaras de nuez petrificadas con más de siete mil años de antigüedad. Desde mucho antes, ocho mil años, ya se mercadeaba con la nuez en Europa, Asia y Oriente Medio.

Se decía por entonces que los frutos secos eran la comida de los dioses y estaba asociada a la fertilidad. Si aquellos pobladores de la tierra conocieran hoy los múltiples usos que se le da a la cáscara, venerarían aún más este ecológico, saludable e imprescindible producto.